Desde ese momento Figo se convirtió en el personaje más odiado por la afición catalana y su apellido se utilizó como sinónimo de traidor. Revistas como El Hogar, Rosalinda o Para Ti también se hicieron eco de las principales novedades. La diferencia se hizo notable viéndose solo reducida en las últimas décadas por el F. C. Barcelona debido a la racha de títulos iniciada desde la década de los años noventa.