Desde las primeras fechas, América comenzó a exhibir un fútbol inusual en México, con un estilo de juego vertical y ofensivo, con base en un buen cuadro de jugadores mexicanos como Luis Roberto Alves «Zaguinho», Juan Hernández, Raúl Rodrigo Lara, Joaquín del Olmo, y el juvenil canterano Cuauhtémoc Blanco; quienes congeniaron con el estilo de los refuerzos africanos. Aunque contaba con estrellas como Manuel Fernández Pahiño, Miguel Muñoz o Luis Molowny, el cuadro merengue pasó las siguientes campañas entre los equipos de la media tabla.