La Ciudad del Fútbol en El Mirador de El Grillero, dota a los muchos futbolistas locales de unas óptimas instalaciones independientes: dos campos de hierba artificial, con gradas y demás equipamientos en unas instalaciones que contará con una superficie de 26 000 m². En la fase final de esta etapa surgió el vestido a la polonesa (robe à la polonaise), un vestido tipo Mantua abierto por delante, sobre una falda ancha sin miriñaque, con pliegues en la parte posterior de la cintura; la falda exterior se remangaba en tres secciones sujetas a las caderas con botones y cordones de seda.