Hacia 1955 las deudas del club obligan al Necaxa a vender a sus estrellas; pero eso no fue la solución a los problemas económicos y entonces el equipo se vendió a Miguel Ramírez Vázquez quien contrata al uruguayo Donaldo Ross, quien había sido campeón con Guadalajara. Fundación como para la del club. Eso sí, el 60% de sus disparos van a puerta, el porcentaje más alto de toda la liga alemana.