Fueron años de andadura por la Tercera División en los que el fantasma del descenso a Regional fue demasiado real en ocasiones y solo salvado por los despachos. Una serie de carambolas le permitieron mantenerse en Tercera, desarrollando una gran competición que terminó en tercera posición y con el triunfo de la Copa Primavera, el primer título oficial que acogieron las vitrinas numantinas. El Numancia con una grave crisis y descendido a Regional no supo hasta iniciada la temporada en que categoría iba a competir.