Corrían años de transición, en los que la única figura que brillaba era la de Iribar, y la afición del Athletic estaba muy descontenta con el equipo. La afición vizcaína que había acudido a la final coreaba sin cesar: «¡ Cayeron derrotados por 2-1 frente al Valencia C. F., pero Iribar realizó una espectacular actuación que le hizo ganarse la admiración de la Catedral, y el puesto de titular. No obstante, el Athletic volvió a Europa en la temporada 1964/1965. Lo hizo para disputar la Copa de Ferias, cayendo en las semifinales frente al Ferencváros TC húngaro, que resultaría campeón.